La deuda privada es un tipo de inversión en la que un inversionista le presta capital a una empresa que, generalmente, no está listada en bolsa, a cambio de que pague una cantidad de intereses y devuelva el capital en un plazo pactado previamente.
Este tipo de deuda suele ser más flexible que el que se ofrece en entidades bancarias tradicionales, por lo que se ajusta a las necesidades de cada empresa, debido a que pueden negociar los términos y condiciones del préstamo.
A diferencia de otro tipo de inversión de renta fija, como bonos públicos o deuda del estado, esta no se transa en mercados abiertos y suele canalizarse a través de fondos de inversión o acuerdos privados.
Características principales
No cotiza en bolsa, por lo que no se tranza de forma pública.
Se genera una negociación interna entre la empresa que pide el préstamo y el inversionista, donde se acuerdan las condiciones y los plazos.
Tiene una menor liquidez, por lo que los plazos de retiro suelen tardar más que otros instrumentos de inversión.
Tiene una rentabilidad potencialmente más alta, debido a que también implica un mayor riesgo y una menor liquidez.